Hacer comunidad: Un mundo sin color
En 1992 fue publicado “Lesbians and Gay Men in the City (Lesbianas y Hombres Gay en la Ciudad)”, texto de S. Adler y J. Brenner donde se aborda el desarrollo de miembros de la comunidad LBTQ+ en diferentes zonas urbanas. Desde entonces, la Unión Europea (UE) ha procurado generar espacios urbanos seguros, a partir de los cuales se combatan los prejuicios y fobias sociales.
No obstante,
la postura de países como Polonia y Hungría, representan una amenaza para el
crecimiento de este proyecto en favor de la comunidad LGBTQ+ y su integración
con diferentes sectores de la población. En el caso del Estado polaco, su
Gobierno ha impulsado una iniciativa denominada libre de ideología LGBTQ+, respaldada por la Iglesia Católica, y
que se ha visto expresada por medio de carteles en los que se lee “zona libre
de LGTBI”.
Dichos letreros,
recuerdan a la propaganda nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que advertía
a los locales sobre las zonas libres de judíos. En este sentido, el espacio
urbano se ha convertido, una vez más, en escenario de una persecución que
acentúa la discriminación y violencia sobre un sector históricamente vulnerable.
Uno de los países más avanzados en cuanto a derechos para las personas LGBTQ+,
Bélgica, ha mostrado una postura contundente, afirmando que no se puede tolerar
tal tipo de actos entre las naciones de la UE.
Por su parte,
en días recientes, el parlamento de Hungría ha aprobado una nueva ley que prohíbe
los contenidos de diversidad sexual, así como la reasignación de género,
atentando contra la libertad y educación. Ni manifestaciones, ni programas
educativos que traten la homosexualidad serán permitidos, contraponiéndose incluso
a derechos humanos. Además, es de observarse que, esta ley fue aprobada como
parte de un paquete legislativo para combatir la pedofilia, lo que estrecha el
vínculo generado entre los trastornos psiquiátricos y la diversidad de género.
Sin embargo,
Europa no es el único continente donde la comunidad LGBTQ+ se ve amenazada
pues, Asia es otra región en el mundo en la que existen penas, algunas de
muerte, por mantener relaciones con una persona del mismo sexo. Uno de los
ejemplos más violentos es el caso de Brunéi que, en 2019, estableció en su
código penal la muerte por lapidación. Uno de los castigos más antiguos, que
propicia la humillación y promueve la violencia y rechazo, no solo hacia los
homosexuales, sino también hacia las personas bisexuales, transgénero y queer.
Otras
legislaciones que contemplan penas contra la comunidad LGBTQ+ son las de Irán, Sudán,
Mauritania, Nigeria y Somalia, donde se prevé la pena de muerte y latigazos a
las personas homosexuales. Asimismo, pese a la inconformidad global, y
particularmente la europea, el próximo Mundial de la FIFA, Qatar 2022, se
celebrará en una nación que castiga hasta con siete años de prisión a las
personas que sostengan relaciones sexuales con otras del mismo sexo.
Es verdad que,
algunos equipos, como la Selección alemana, se han manifestado en contra de la
celebración de este certamen, o cuando menos de las condiciones en la que las personas
viven en dicho país. La exigencia del respeto a los Derechos Humanos se ha
hecho presente también por parte de Islandia, Inglaterra y Países Bajos, aunque
de manera general, anunciando solo el equipo alemán que no jugará en un país
donde, asimismo, no se respeten los derechos de las mujeres. En cuanto a la Selección
mexicana, la Federación Mexicana ha sido sancionada múltiples veces por el
grito homofóbico entonado por la afición, lo que contra dice las decisiones el máximo
órgano del balompié.
Siguiendo con
el caso mexicano, pese a que algunos estados reconocen el matrimonio entre
personas del mismo sexo, son cuestionables sus procesos y resoluciones. En
Chihuahua está autorizado el matrimonio igualitario pero, el código civil no ha
sido modificado; en Querétaro y Zacatecas existen municipios donde aún no es
aprobado; mientras los estados que permiten el matrimonio entre personas del
mismo sexo gracias al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
son solo cuatro, siendo Aguascalientes, Chiapas, Jalisco y Nuevo León. Por su
parte, en Sonora, Durango, Tamaulipas, Tabasco y Estado de México, no se ha
tomado ninguna acción al respecto.
Lo cierto es que, pese a existir múltiples países que refrenda la libertad, la comunidad LGBTQ+ es víctima de la falta de derechos que les permitan ser libres, y garanticen su dignidad y vida. Los intereses económicos y políticos siguen por encima del hostigamiento y violencia que padecen personas homosexuales, bisexuales, transgénero, pansexuales, no binarias, queer, y cada miembro de la comunidad LGBTTTQIA en todo el mundo.
Información recuperada de: La Vanguardia; BBC News; El País; Político MX.
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